Por: Lizbeth García Rincón, Gerente de Bolsa de Trabajo de la UNITEC
Elegir una carrera puede ser tan fácil si sabes muy bien lo que quieres estudiar o tan complicado si te gustan varias carreras. Para mí, la verdad, fue un poco difícil.
Cuando estaba en el último año de prepa no faltaron los amigos que me preguntaron: “¿Y tú, qué vas a estudiar?”. En ese momento, lo primero que pensé fue: “¿Qué es lo que quiero hacer durante toda mi vida?”, ¿Y si no elijo bien?, ¿Y si me dedico a algo que no me gusta?, ¿Y podré hacer lo que me gusta?
Como las dudas me asaltaban, decidí platicarlo con mi familia, quien me dijo que podía estudiar lo que eligiera. Por esos días, en la escuela también nos dieron una plática sobre orientación vocacional, en la que aseguraron que, a través de un test, es posible saber en qué áreas de estudios se desarrolla más tu potencial.
En mi caso particular, yo quería estudiar Derecho. Pero, al realizar el test de orientación vocacional, descubrí que las áreas en donde podía explotar mis habilidades eran otras. Qué bueno, pienso ahora, que pude hacer esa prueba y darme cuenta a tiempo de cuál era mi verdadera vocación.
Es desalentador saber que, según un estudio realizado por la ANUIES en 2007, 17% de los alumnos que iniciaron una carrera se da cuenta, a la mitad de la misma, que no les gusta lo que estudian. Esto significa que hay 2.5 millones de jóvenes infelices en el país
Y es que me viene a la memoria lo que el escritor Mario Vargas Llosa les decía a un grupo de jóvenes universitarios mexicanos en una conferencia que, recientemente, dictó en la Universidad Autónoma Metropolitana: “Generalmente quien elige una profesión por razones ajenas a su vocación, y muchas veces en contra de su propia vocación, pensando que de esta manera tendrá más éxito, pensando en éxito en el término social y económico de la palabra, lo más probable es que en esa profesión fracase, que sea mediocre y frustrado, lo que es una fuente terrible de amargura en toda historia individual. Y viceversa, cuando uno dedica su existencia y su quehacer y energía a la propia vocación, con ella tendrá más posibilidades de tener éxito, de lograr la creatividad y originalidad, y de que su labor repercuta sobre los demás y le dé una enorme satisfacción”.
En base a mi experiencia personal, mi consejo es que dediques un poco de tu tiempo a contestar un test de orientación vocacional y, así, te ahorrarás una gran decepción el día de mañana.
Sin embargo, no debes recurrir a cualquier test vocacional; tienes que verificar que sea un instrumento serio y confiable. Por mi parte, te recomiendo ingresar a la siguiente liga: www.testvocacional.mx. Este sitio fue diseñado por la UNITEC y en él podrás encontrar un apoyo para elegir lo que quieres estudiar.
Me gustaría concluir recordándote una frase del célebre filósofo francés Jean Paul Sartre: “La vida de un ser humano es una larga cadena de elecciones”.
